lunes, noviembre 28, 2005

porque sin ella estoy perdido, buscaré los ecos de tu voz, los que pudieron quedar atrapados en el hielo, más allá del último camino, donde la primera luz de la mañana se pierde en las ramas desnudas, apenas espejea en la escarcha y tiñe de gris y oro el horizonte, y... hasta encontrarla, sin descanso, más allá.






foto: ian britton