jueves, agosto 11, 2005

su sombra y protección nos acompañan, son los viejos guardianes del camino, testigos mudos del paso de los días, ya estaban aquí cuando los hombres dejaron de cantar a los antiguos dioses y ahora acunan suavemente los sueños del viajero que en soledad se deja llevar, confiado, por la voz serena del haya, del roble, del arciano.

foto: charles garrison