sábado, mayo 27, 2006

desde ese día, todo gana perspectiva, y aflora el precio oculto de cada instante, de cada momento, de cada día, porque el tiempo se ha vuelto espeso y fluye apenas, como la sangre oscura de una asfixia llevada, casi, hasta el extremo, hasta un final que no se reconoce y se renombra, y se disfraza de nuevo amanecer y se derrumba en cada madrugada... porque un epísteme nuevo ha reescrito todo mi pasado y todo mi futuro es una interrogante herida abierta que sangra casi ya sin dolor, muy lentamente.


foto: florent mathey