martes, junio 17, 2008



foto: gordon boddington

enterré la voz en ese pozo antiguo que conserva memoria de todos mis fantasmas, de todas mis cobardías, de todas las esperanzas que se hicieron humo con olor a sueños y de todas las ilusiones que se hicieron arena oscura, del color del viento; junto a mis mentiras más profundas y mis máscaras más gastadas, mis nombres más secretos y mi piel más escondida; allí "con rosas a la cabeza y a los pies jazmines" mi voz esperó otro amanecer, otro inmenso cielo azul sin bordes ni límites ni medida, para enfrentarse con pánico renovado al espacio abierto de la plaza de los días, al vacío de cristal de las horas que esperan mudas, sin ecos...