domingo, enero 21, 2007

se esconde en cada realidad áspera, seca de arena y polvo, agostada, en la que el viento evapora al sol de cada mediodía cualquier resto de humedad, cualquier señal de vida, se oculta allí donde todo es mineral, cristal, metálico y apenas un crujido cuando el frio crea un asomo de hielo que desaparece para siempre en la sed sin límites de la noche, ahí, en lo más árido, al borde de la amenaza de un equilibrio eterno, encontramos la promesa de mil nuevas primaveras, de un incontenible rio de agua viva, la emergencia furiosa y sin límites de de una desbordada y feraz biología...

foto: rory hill