un tiempo lento, un tiempo espeso, un tiempo que desborda como cera... rehacer, reconstruir, reinventerse y conseguir un nuevo cuerpo de todos mis pedazos... coser, zurcir, pegar, juntar... el todo no es sólo la suma de las partes.



foto: eduardo hernández

cada golpe de mar redefine el horizonte, y en cada ola el mundo se rehace, y los límites se diluyen en una niebla transparente que refleja todos los caminos, todos los ecos de una voz que murió hace siglos, cuando fue dado nombre a cada criatura.



foto: eduardo vidal

durante más de un mes, abrir la boca eran palabras sin control, a borbotones. durante más de un mes fue todo plenitud grandilocuente, efervescente el pensamiento y en mi voz, un tono ajeno, eco de otras voces y otros días... hoy de nuevo siento los pies firmes en la tierra, en círculo con todos los amigos, esperando que el sol descubra nuestro viejo nombre, nuestro más oculto significado...


foto: ian britton

resucitar oscuramente, tras el largo vacio de la muerte pequeña, de esa muerte antigua que enmudece la voz y ahoga la palabra, que silencia la idea y trunca el afecto y aborta la emoción y estrangula lenta y dolorosamente el gozo y el deseo, que entierra sin dudar carne y pensamiento para abonar otra inevitable primavera...



foto: ian britton